Antes de entrar en la noticia, apuntaré una breve introducción histórica sobre este tipo de transporte en la capital española.
"El coche que se designó para las pruebas fue uno de los construidos en Madrid por el Sr. Monasterio, encargándose de conducirlo durante las pruebas el ingeniero director de Vías públicas D. Ezequiel Naranjo, quien con gran acierto y competencia ejecutó todas las maniobras necesarias para comprobar la marcha de los coches y el funcionamiento de la red eléctrica.Aunque no es equiparable esta velocidad con la del transporte urbano actual, era sin duda superior al resto de los demás vehículos de su tiempo, por eso se explica que fueran frecuentes los accidentes, teniendo en cuenta que los madrileños no estaban acostumbrados a semejante rapidez de los tranvías eléctricos.
[...]
El coche salió de la estación del barrio de Salamanca a las diez y diez, llegando a la calle Goya a las diez y catorce, a la Cibeles a las diez y veintidós y a la Puerta del Sol a las diez y veinticinco, marchando con perfecta regularidad a velocidades de ocho, diez y doce kilómetros.
[...]
En el Paseo de la Castellana, y para demostrar la potencia de los motores, se llegó a una velocidad de 18 kilómetros por hora, potencia que excede en mucho a la que llevarán ordinariamente los coches, que no excederá de 12 kilómetros."
En el momento que se escribe la noticia del choque de los tres tranvías (1906) esta compañía ya tenía una flota de 182 carros eléctricos, todos ellos con un color común: el gris. Debido a este color y a los accidentes producidos por éstos los empezaron a llamar "los grises de la muerte". También circulaban los carros eléctricos de la Compañía Eléctrica Madrileña de Tracción que por su color rojo se les llamaba "cangrejos".
En importante anotar que seis meses antes, en mayo de 1906, la infraestructura tranviaría eléctrica había salvado al monarca de la muerte. Era el 31 de mayo de 1906, día de la boda de Alfonso XIII y Victoria Eugenia. El catalán Mateo Morral Roca de 26 años desde el balcón de su hospedaje, arrojó una bomba de fabricación casera a la carroza real. El artefacto que estaba envuelto en un ramo de flores, en su caída tropezó con los cables del tranvía y se desvíó hacia la gente que aplaudía al paso de los reyes. Los monarcas salieron ilesos, pero lamentablemente casi treinta personas murieron.
Después de 1950 los tranvías van progresivamente desapareciendo ante el crecimiento del tráfico, incluso ya eran vistos como "estorbos" para la circulación de los autos y buses. Finalmente, en junio de 1972 fueron sustituídos completamente.
Con el nuevo siglo, los tranvías han regresado a Madrid, esta vez con vehículos muy modernos, siguiendo la corriente de las principales ciudades del mundo, que buscan reducir la contaminación del medio ambiente.
Con el nuevo siglo, los tranvías han regresado a Madrid, esta vez con vehículos muy modernos, siguiendo la corriente de las principales ciudades del mundo, que buscan reducir la contaminación del medio ambiente.
CHOQUE TERRIBLE
Anoche á primera hora circuló por Madrid la noticia de que había ocurrido un tremendo choque entre un carro y tres tranvías, cerca del puente de Toledo, resultando varias víctimas, y alguna de mucha gravedad.
Nos trasladamos al lugar del suceso, y, en parte confirmamos el rumor; pero no así, por fortuna, en lo que al número y la importancia de los heridos se refería.
Allí supimos que, próximamente á las ocho y media, subía por el paseo de los Ocho Hilos el carro núm. 3.423, cargado de sacos de yeso y arrastrado por cinco mulas.
Guiaba el vehículo, propìedad de Victoriano Catalán, el carretero Ginés Alarcón Saez, de treinta y nueve años, domiciliado en la Ronda de Segovia, núm. 4.
Al pasar el carro frente á la Fábrica Metalúrgica, marchaba sobre los rieles del tranvía, y tuvo que separarse de ellos para dejar paso á un tranvía que avanzaba en la misma dirección y procedía de Carabanchel.
En ese momento, y cuando el carro cruzaba hacia el otro lado del paseo, bajaba en dirección contraria el tranvía num. 147, que aun cuando advirtió la maniobra del carretero no pudo detener el coche á causa de la pendiente y del estado de los rieles, suavizados por gran cantidad de hojas de los árboles que el aire había acumulado sobre ellos.
El tranvía chocó violentamente contra la rueda izquierda del carro, que fue volcado y sufrió grandes desperfectos en los varales.
Por efecto del tremendo encontronazo se destrozó la plataforma delantera del coche eléctrico y se rompieron los cristales, resultado heridos el carretero y el guardia principal núm. 11, Pegerto Pin.
A los tres ó cuatro minutos se vió descender por la vía obstruída al tranvía núm. 337, que por las razones antes indicadas tampoco pudo detener su marcha y chocó con el coche anterior, destrozando también la plataforma y los cristales.
Mientras se avisaba á la puerta de Toledo para que suspendiera su circulación los eléctricos, bajó la cuesta otro nuevo tranvía, el número 342, que chocó contra los otros dos, causándose destrozos de menos importancia.
A pesar de estos tres accidentes consecutivos y peligrosos, sólo resultaron otros dos heridos leves; pues aun cuando algunos viajeros sufrieron contusiones, fueron tan insignificantes, que no les impidieron marchar á pie, sin casi darse cuenta de ellas.
El segundo jefe de la Comisaría de la Latina, Sr. Corpas, que llegó oportunamente, al enterarse de que los heridos eran leves, dispuso que fuera descargado el carro y separado del paseo, dejando la vía libre. Realizada dicha operación, los tranvías averiados pudieron ser trasladados a sus cocheras.
En la Casa del Socorro del Puente de Toledo fué asistido el guardia municipal, que resultó con una herida leve en la pierna derecha, y un cobrador, que tenía en la cabeza una herida por un trozo de cristal.
En la Casa de Socorro del distrito de la Latina le curaron al carretero una herida leve en una mano.
La mula de varas del carro resultó con heridas de consideración.
--------------
Además del indicado inspector, Sr. Corpas, acudieron al lugar del suceso la Guardia civil del puesto de las Peñuelas, el inspector de Policía urbana Sr. Ayala y varios agentes de Seguridad y guardias de Orden público.
Cuando se disponían á ir también el gobernador civil y el comisario general de policía, recibieron noticias de que el accidente no había revestido la importancia que se creyó primeramente.
-------
Para responder de la responsabilidad que pudieran tener, fueron detenidos los conductores de los tres tranvías, Antonio Santos, José Murillo y Julián Navarro.
Así se publicó la noticia en el diario ABC de España del 19 de noviembre de 1906.
Madrid: Tranvías eléctricos en la Puerta del Sol y en la Plaza Mayor.